Hola a tod@s!!
Que tal estáis? Os he echado mucho de menos pero como sabéis a veces las horas del día no nos llegan para hacer todo lo que queremos. He tardado en estar con vosotros porque estas dos semanas he estado escribiendo mi próximo libro. Espero que os guste. Ya me diréis lo que os parece.
Como os podéis imaginar han sido días duros por eso más que nunca estuve pendiente de lo que comía. La alimentación nos puede ayudar de una manera natural y efectiva a estar despiertos y alerta como todo lo contrario. Dependiendo de los alimentos que elijamos para comer, así será nuestra energía y vitalidad. Cada persona es distinta, unos tienen más bajones por la mañana y otros por la tarde, pero en todos los casos el abuso de grasas saturadas, los fritos, la bollería industrial o las bebidas energéticas nos impedirá aguantar el día concentrados y con energía. En esta época hay no hay que abusar de los crudos o las frutas porque, aunque nos aportan mucha agua, minerales y fibra, al tener tanta cantidad de líquido, también ayudan a diluir nuestros minerales. Si se consumen en exceso en esta época del año pueden debilitar los riñones, los encargados de regular los electrolitos en el cuerpo, y en invierno el órgano que más hay que cuidar es éste.
Tampoco el café, el té o el chocolate son los mejores aliados, aunque para la mayoría sean los mejores o más consumidos estimulantes. Es verdad que activan las hormonas del estrés, la adrenalina y el cortisol, pero esto es un arma de doble filo. La cafeína, por ejemplo, bloquea la adenosina, una sustancia cerebral, cuya función es detener la liberación de adrenalina. Cuanto más café consumamos, más insensible se vuelve el cerebro a sus propios estimulantes naturales, la dopamina y adrenalina. Por eso necesitaremos más de un café al día, dando como resultado el agotamiento adrenal y, por tanto, la incapacidad de producir de una manera natural, las sustancias de la motivación.
Qué podemos comer??
Siempre optar por los cereales integrales (y ecológicos para no comernos todos los pesticidas) porque nos ayudan a mantener la glucosa en sangre evitando los bajones de azúcar, además, a diferencia de los cereales refinados, tienen gran cantidad de vitaminas de grupo B, imprescindibles para poder transformar los alimentos en energía.
Los cereales integrales tienen más B1, imprescindible para la función del cerebro y el sistema nervioso. Su deficiencia provoca cansancio, debilidad muscular, hormigueo, aftas bucales, irritabilidad o depresión. La podemos encontrar en los cereales integrales, germen de trigo, semillas de girasol , coles… También tiene más B5, que convierte en energía los carbohidratos y las grasas. Además, interviene en la formación de glóbulos rojos. La encontramos en la avena, el pollo, los garbanzos, el yogur o pollo.

Para nutrirnos bien no hay nada mejor que alimentos frescos y de temporada y de la zona.
Además para estar sanos necesitamos hacer deporte diario y moderado, vivir en el campo, tener estabilidad emocional y una buena relación con nuestros familiares y amigos.
Esto sería lo ideal. Pero en la práctica no es tan fácil como parece, porque no comemos alimentos frescos, ni de la zona, tampoco (la gran mayoría) no hacemos deporte moderado a diario, pocos son los afortunados que viven en el campo y nuestra estabilidad emocional debido al estrés que tenemos está, muchas veces, en la cuerda floja… Todas estas pequeñas cosas, poco a poco, van minando nuestra salud y una de las cosas que podemos hacer es suplementarios. Hoy en día los complementos o suplementos nutricionales son cada vez más populares pero llevan en el mercado mucho tiempo.
Como en la comida, las marcas son muy importantes. A mi modo de ver, imprescindible. Una cosa es lo que ponga en la caja y otra lo que lleve la cápsula, incluso, debemos de fijarnos de qué están hechas, también en la concentración de principio activo, su procedencia, si lleva o no conservantes y de qué tipo… En fin, que con ellos pasa como con los alimentos. Los nutricionales son cápsulas, ampollas o comprimidos que aíslan principios activos de los alimentos o las plantas.
También depende la edad, y el por qué se toman y en qué cantidad. Antes de tomarlos deberíamos consultar a un profesional porque en el organismo nada sucede aisladamente y unos interactúan con otros.
La coenzima Q10
Es una sustancia parecida a una vitamina que ayuda a activar a las enzimas regenerando las células. Es un súperantioxidante. Estimula el sistema inmune. Mejora la circulación y protege el sistema cardiovascular regulando los latidos del corazón. Unida al hierro y la vitamina B6 retrasa la pérdida de memoria. Es eficaz en los casos o de distrofia muscular. Se va perdiendo con la edad.
La coenzima I o NADH
También son antioxidantes muy eficaces. Ayuda a disminuir el jet lag, porque induce al sueño con desarreglos horarios. Potencia la memoria y el estudio. Ayuda en casos depresivos.
Vitamina C
Mejor si es ecológica y si lleva bioflavonoides porque aumenta sus beneficios. También la podemos adquirir en forma de éster, para que sus efectos se prolonguen en el tiempo, además de tener mayor afinidad por la piel. No se almacena en organismo. Es antioxidante, antiinflamatoria, protege las arterias y los capilares. Es importante en la elaboración de hormonas y potencia el sistema inmunológico. Ayuda a la absorción de hierro. Favorece la disminución de la formación de colesterol es fundamental para la elaboración del colágeno y la elástica.
Omega 3 o ácido linolénico
Para mí, un básico. Es una ácido graso poliinsaturado. Es esencial porque nuestro organismo no sabe fabricarlo. En su metabolización se forma el EPA y DHA. Imprescindibles para la salud de las paredes celulares. Les da fluidez. Previene trastornos cardiovasculares, potencia el sistema inmune, reduce la tensión arterial, eleva el colesterol bueno y el buen funcionamiento del cerebro y los nervios. Es bueno para la piel. Ayuda a calmar dolores reumáticos, el asma y las inflamaciones todo el sistema digestivo. La deficiencia de Omega 3 puede producir hipercolesterolemia, incremento de la tensión arterial, problemas en el metabolismo de los azúcares y adherencia plaquetaria e inflamaciones.
También ahora es buena opción optar por los alimentos de sabor picante porque ayudan a desbloquear el pulmón. El picante es el sabor de la energía ya que la desbloquea y ayuda a dispersarla haciéndonos sentir más despejados.
Son de sabor picante los berros y la cúrcuma: estimulan la producción de glóbulos reducen los residuos ácidos del oro. El jengibre desbloquea el pulmón y estimula al sistema inmunológico. La canela es un muy buen antioxidante, regula el azúcar en sangre.

También los alimentos con zinc, como las ostras, las pipas de calabaza o girasol. Una deficiencia en zinc puede provocar cansancio nervioso, mala memoria, hiperactividad y confusión mental.
Muchos de estos alimentos los podemos encontrar en forma de suplementos en tiendas especializadas o herbolarios. Siempre consultando a un profesional.